No va más. Las pruebas se acabaron, la hora de la verdad ha llegado. Ancelotti tiene una cita con la afición blanca y ya ha elegido a los escuderos que le acompañarán en su bautismo en el Bernabéu. La competencia ha sido enorme durante la pretemporada y le ha servido al italiano para dejar perfilado su primer once de verdad al frente del Real Madrid. El que se enfrentará al Betis en la primera jornada de Liga.
Especialista en primeras citas y en días importantes, Ancelotti no quiere dejar nada a la suerte y desde la primera jornada va a salir con todo. Y para Carletto, ahora mismo, todo se traduce en once nombres: Casillas, Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo, Casemiro, Modric, Özil, Isco, Cristiano Ronaldo y Benzema.
Esos son los once jugadores que quiere que le acompañen en su debut en el Bernabéu. Los encargados de darle su primera alegría en su nueva casa, delante de su nueva afición. La apuesta no ofrece ninguna duda. Ancelotti quiere fútbol, con buen gusto, para que la parroquia blanca se maraville con los suyos.
El guardián de su portería será un antiguo inquilino de la misma. Iker Casillas no defiende la portería del Santiago Bernabéu desde el 15 de enero. Ancelotti le devolverá el domingo a su puesto natural. Aunque Diego López ha realizado una buena pretemporada, Iker parte con ventaja y jugará el primer partido.
Las novedades comienzan pronto, en el lateral derecho. Dani Carvajal cumplirá por fin su sueño de jugar en el Bernabéu. El de Leganés ha convencido a Ancelotti en pretemporada y le dará alegría a la banda derecha con su facilidad ofensiva.
Algo parecido a lo que hará Marcelo en la banda opuesta. El brasileño ha olvidado ya los males de la pasada campaña y amenaza con volver a ser el que era. En el centro de la defensa, con Varane lesionado, retoman el mando Ramos y Pepe. El portugués vuelve al once con la baja de Varane y con la marcha de Mourinho, que le castigó en sus últimos días en Madrid.
Como habrán podido comprobar, el muro defensivo de Ancelotti está diseñado para atacar. La idea de Ancelotti es jugar al fútbol, tener el balón y atacar, y eso se nota desde la zaga. Dos laterales ofensivos, con buen trato del balón, para ayudar a sacar la pelota de atrás y crear peligro arriba.
Fútbol y magia
Pero el juego se hace en el centro del campo. Y Ancelotti no sólo tiene grandes jugadores ahí capaces de hacer un fútbol genial, es que encima está dispuesto a ponerlos juntos. Casemiro, Modric, Özil e Isco. Tal cual está escrito sonará por la megafonía del Bernabéu, para deleite de la afición.
Pero el juego se hace en el centro del campo. Y Ancelotti no sólo tiene grandes jugadores ahí capaces de hacer un fútbol genial, es que encima está dispuesto a ponerlos juntos. Casemiro, Modric, Özil e Isco. Tal cual está escrito sonará por la megafonía del Bernabéu, para deleite de la afición.
Casemiro, gran revelación de la pretemporada, se ha destapado como un futbolista de recursos, buen toque de balón y mucha colocación. Ese cóctel, aderezado con la frescura que aporta el brasileño, han encandilado a la afición y a Ancelotti, a la vez que le comía la tostada a Khedira. Y por si en algún momento afloja, tiene a su lado a un Modric que a finales de temporada ya dejó oler su fragancia y que este año tiene que mover al Madrid a su antojo.
Por delante, pura magia. Isco y Özil. El técnico italiano tiene claro desde el primer día que les vio jugar juntos que son perfectamente compatibles. Ancelotti se frota las manos y al Bernabéu se le cae la baba de ver a dos magos del balón en su equipo. Cristiano no necesita presentación. Es el mismo de los últimos años, pero con un añadido peligroso. Es feliz. A falta de la confirmación oficial del club, ha acordado su renovación con el Madrid para retirarse de blanco. Y su sonrisa es un arma para los rivales.
En punta, ya sin Higuaín, Benzema es el dueño del 9 blanco. Lo que le falta aún a Karim es lo que ahora tiene Cristiano, la sonrisa. Falta Bale y faltan algunos lesionados, pero Ancelotti tiene claro el esqueleto de su ejército de caminantes blancos.
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